En las pasadas semanas, se ha estado discutiendo públicamente el reclamo de un periodista que se niega a divulgar su fuente en una acción judicial (demanda por difamación) que un fiscal le presentó. La importancia de este asunto trasciende a sus protagonistas, ya que nos puede impactar a todos.

De lo que realmente se trata es de defender uno de los derechos más atesorados e importantes en nuestro sistema constitucional: la libertad de expresión. A través de este derecho expresamos nuestras opiniones y críticas, pero, sobre todo, podemos reclamar el derecho a la información, uno de los pilares sobre los cuales descansa, indiscutiblemente, una sociedad democrática. Decía el jurista norteamericano Benjamín Cardozo que “la libertad de expresión es la matriz, la condición indispensable de casi cualquier otra forma de libertad”.

Abogan por leyes que impidan que poderosos acallen la libertad de expresión con demandas